29 abr 2007

Ama hetero y sumiso heterosexual

Esta es la relación más común. En la cual los gustos, fetiches y fantasías de ambos son innumerables.
Lo más común es que un sumiso delegue en su pareja la total responsabilidad en el hogar y sus vidas sexuales, convirtiéndola en la Ama.
La Ama acepta este rol y procurara satisfacer al máximo a su sumiso en sus fantasías y fetiches, pero también aprovechara su poder para desarrollar las propias.
Por lo cual tenemos distintas categorías que desarrollaremos a continuación:

Sumiso fetichista
Esta clase de sumiso, gusta de ser Dominado y sometido por la Ama en forma light, donde el látigo, la fusta, las esposas y otras cosas no serán más que objetos de estimulación y placer visual.
En este tipo de relación la vestimenta de la Ama es fundamental, tal como, vestuario de cuero, tacones altos, guantes, mascaras, cadenas, etc.
El sumiso fetichista a la sola vista del vestuario de su Ama y de uno que otro juguete, logra una gran excitación, al punto que a la menor estimulación, su pene estallaría.
Ahí es donde la Ama juega su principal función, la cual es controlar la sexualidad del sumiso y torturarlo eróticamente sin dejarlo eyacular. La Ama debe explotar al máximo el fetiche del sumiso y hacerlo sufrir, humillarlo y aplicar todo el control que posee sobre el esclavo. Incluso ella puede y debe llegar al punto de negarle cualquier satisfacción si así lo estima conveniente, ya sea porque el esclavo no se desempeño bien o porque desea dejar en claro quién manda. En este tipo de relaciones por lo general terminan con la pareja muy excitada y fornicando convencionalmente.
La explotación del fetiche es la mejor herramienta de controlar al sumiso.
Los más comunes son el calzado de tacones altos, los pies descalzos, ropa interior con ligas, ropa de cuero ajustada, infantilismo, vestuario medico o de enfermera, etc.
Los instrumentos de castigos en los fetichistas son más de utilería y solo se usan en forma muy inofensiva, solo con el fin de ilustrar y subir el calor de la fantasía.
Este tipo de relación rara vez escapa a la privacidad de la pareja y solo es una forma de estimular su sexualidad.


Sumiso masoquista
Este es el caso del sumiso que solo lograra su placer sexual vía el dolor físico y la humillación verbal y peyorativa de la Ama.
En estos casos la dificultad que tiene el sumiso de encontrar una pareja que le apoye en sus gustos es más difícil, pues mujeres que disfruten de causar dolor físico es muy difícil de encontrar o al menos que lo admitan. En mi lugar creo que la mayoría de las mujeres obtienen un placer inigualable al ver que disponen de un control tan grande sobre el varón y que pueden castigarlo y humillarlo como jamás imaginaron.
Sigamos, en este tipo de relación la Ama explota la capacidad que el sumiso tiene para someterse a todo tipo de castigos físicos, al contrario del sumiso fetichista, aquí lo esencial es que la Ama sea cruel y aplique fuertes, meticulosos y sistemáticos castigos sobre el sumiso. Mientras ella aplica los castigos corporales, el sumiso obedece a su Ama y le suplica piedad. Por lo general al Ama saca provecho de esta situación y obliga al sumiso a darle placer mientras lo regaña, insulta y azota por hacerlo en forma deficiente.
Después de horas de sufrimiento el sumiso con el permiso de la Ama logra placer a punta de castigos físicos. La Ama siempre definirá si el esclavo puede o no eyacular, al igual ella decidirá si eyacula masturbándose o penetrándola a ella u otra mujer o varón, sea esta sumisa/o de su Ama otra Ama/o.
En este tipo de relación, el látigo, fusta, esposas, pinzas, correas, tapones anales, vendas, mordazas y todo tipo de elementos de castigos son fundamentales, en su uso, más que elementos decorativos como la vestimenta de la Ama, la cual siempre es importante, pero en este caso menor...
Al igual es muy común que la Ama ponga marcas o tatuajes en el cuerpo de su esclavo, lo mas común son tatuajes y piercing en los pezones , testículos o pene.
Este tipo de relación Ama/esclavo es mucho mas común que sea llevada fuera del ámbito privado de la pareja. Siendo común que practiquen esta disciplina en grupos o frecuenten clubes nocturnos de D/s.


Sumiso travestido
En estos casos el sumiso desea vestir de mujer y asistir a su Ama como sirvienta, esta es una fantasía heterosexual, donde todo es fantasía y el echo de que el sumiso vista de mujer no implica que este tenga tendencias homosexuales.
En este tipo de escenario la humillación del esclavo al servir a su Ama como sirvienta es lo que lo lleva al umbral de la excitación.
El debe bañar, vestir, peinar, pintar sus uñas, cocinar, lavar y planchar. Su rol de sirvienta además se limita a satisfacer a su Ama oralmente, mientras el no obtiene placer sexual.
Esta fantasía debe ser siempre acompañada de un gran sentido de ironía por parte de la Ama, con el fin de debilitar al macho y humillarlo al máximo.
Nada puede ser mas placentero para este sumiso que su Ama lo trate como mujer y lo humille haciéndole ver lo bella que esta, por lo general le nombra por su nombre femenino (ejemplo: si se llama Mario, le dicen María). Otra cosa que es humillante y a la vez excitante para este tipo de sumiso es que la Ama se refiera a su pene como clítoris.
Al igual que en todos los casos, el sumiso debe proporcionar placer a su Ama, hasta que ella le permite introducir su clítoris dentro de ella o le permita masturbarse.


Sumiso voyerista
Este sumiso disfruta de ser mal tratado y humillado por su Ama. El sabe que jamás podrá penetrar a su Ama con su “ridículo” pene. Solo sirve a su Ama de sirviente y en ocasiones la satisface oralmente.
Es común que la Ama después de ridiculizar y humillar a su esclavo por su inútil pene, le ordene bañarla y ayudarla a vestirse muy sexy para recibir a su amigo. Luego la Ama ata y amordaza al esclavo en algún lugar poco visible (por lo general el armario). Una vez atado é inmovilizado la Ama lo castiga físicamente y lo humilla verbalmente, diciéndole cosas como “ya veras como un verdadero hombre sabe hacerme gozar, y no tu estúpido y ridículo pene”.
Así la Ama castiga al esclavo, hasta que escucha el timbre. Deja la puerta del armario medio abierta y va recibir a su hombre.
Después de un par de copas, llegan a la habitación y la Ama es penetrada por el hombre varias veces.
El sumiso atado y amordazado dentro del armario ve y escucha toda esta escena, en ocasiones por horas o hasta la madrugada.
Cuando la Ama se despide de su hombre, desata al sumiso que está muy excitado y le ordena masturbarse de rodillas frente a ella, todo esto se desarrolla bajo la atenta mirada de la Ama y de sus comentarios humillantes é hirientes sobre su inútil pene.
Por lo general esta masturbación acaba dentro de un plato, el cual el sumiso debe dejar limpio luego de lamer y tragar su propio semen.

No hay comentarios.: